miércoles, 10 de junio de 2020

Datos sobre el VIH


            El VIH (Virus de Inmunodeficiencia humana) es una enfermedad que apareció en la segunda mitad del SXX y que sigue existiendo a día de doy. El virus puede originar a la persona SIDA (Síndrome de Inmonudeficiencia Adquirida) que consiste en la pérdida de leucocitos conforme se propaga la enfermedad generadora. La peligrosidad de este síndrome consiste en que, ante la pérdida de las defensas, los síntomas de cualquier enfermedad se agravan mientras progresa la enfermedad, pudiendo llegar a ser letales. 

            Aunque la enfermedad ya existía desde hace mucho tiempo, los primeros casos en España registrados de VIH aparecieron en 2003 (con 1504 contagiados). Y los contagios anuales fueron aumentando considerablemente hasta 2014 (hasta 4514 contagiados) donde comenzaron a descender.

Gráfica 1: Evolución de contagios de VIH en España













La propagación de esta enfermedad se debe al intercambio de fluidos corporales de una persona a otra (saliva, sangre, esperma, etc.). En la siguiente gráfica se puede observar la probabilidad de contagio en ciertas situaciones. Se puede apreciar que las principales causas de contagio de esta enfermedad son por culpa de las relaciones sexuales (un 96,45%) y por el intercambio de sangre (un 86,86% al recibir, un 33,42% al donar y un 15,69% por picadura de mosquito).

Gráfica 2 y tabla 1: Porcentaje de contagio de VIH en España en 2003

En las relaciones sexuales
96,45%
Al recibir sangre
86,86%
Compartiendo lavabo
6%
Bebiendo del mismo vaso
8,15%
Picadura de mosquito
15,69%
Donar sangre
33,42%
Hospitalizado en la misma habitación
6,46%


            Los principales motivos de los contagios eran debidos al desconocimiento tanto de los pacientes como de los sanitarios de la proximidad de esta enfermedad a España. Por este motivo, no se hacían estudios previos de la calidad de la sangre ni se exigían unas medidas higiénicas adecuadas para la inyección de la sangre donada. Es decir, se aceptaba sangre contagiada y se la proporcionaba a un paciente, infectándolo también.

            Por otro lado, en relación con la expectativa de vida de una persona contagiada, gracias a la mejora de nuevos fármacos para ralentizar la propagación del VIH se ha conseguido a alcanzar una esperanza de vida de unos 60 años de vida aproximadamente desde el comienzo de la enfermedad con el tratamiento. Esto quiere decir que si se ha comenzado el tratamiento a tiempo es muy probable que tenga la misma esperanza de vida que una persona no contagiada. Si no se trata, es muy probable que el paciente fallezca pasado unos 5 años desde el contagio. Por eso, hay recalcar la importancia de realizarse análisis de sangre con una determinada frecuencia, especialmente si se es sexualmente activo. Al tratarse de un retrovirus, el desarrollo de la enfermedad pasa desapercibido hasta que ya es demasiado tarde. 


Gráfica 3: Comparativa de expectativa de vida de la década anterior con la actual para un infectado a los        20 años














         Evidentemente, esta enfermedad tiene daños colaterales. Aunque la esperanza de vida aumente a niveles que son prácticamente idénticos a la de una persona no contagiada, sí que es cierto que su calidad de vida empeora considerablemente debido a los efectos secundarios de los tratamientos. Como se puede observar en la siguiente gráfica, las personas contagiadas tienen más diabetes, problemas cardiacos, óseos y renales que el promedio de personas sanas. 

Gráfica 4: Porcentaje de dolencias de personas sanas y personas contagiadas














        Por último, me gustaría acabar con una tesis respecto al trato social que reciben los afectados por esta enfermedad, que suele ser principalmente rechazo. Pese a que se enfatiza mucho sobre la peligrosidad de esta enfermedad, los infectados no deciden comenzar tratamientos hasta pasado un año o dos (justo cuando se comienzan a presenciar los primeros síntomas). El principal motivo es el temor de ser rechazado socialmente al tener esta enfermedad, y en muchos casos se suele hacer realidad. Es por eso que es muy importante dar tanto en el instituto como en demás instituciones información más detallada sobre el VIH y sus medios de contagios. De este modo, creo que se puede llegar a eliminar ideas erróneas sobre esta enfermedad, pudiendo llegar a evitar situaciones desagradables tales como la exclusión social e incluso el suicidio.   



Bibliografía


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