Las cifras de la piratería en España
Pirateamos casi el 90 % de los contenidos
No hay duda, España es un país de piratas culturales. El 87,48 % de los contenidos digitales consumidos en 2015 fueron ilegales (un tímido 0,46 % menos que en 2014), como demuestra el reciente informe del Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales.
Este porcentaje corresponde a 4.307 millones de descargas, con un valor en el mercado de 24.085 millones de euros y un lucro cesante (la pérdida patrimonial de los diferentes sectores) de 1.669 millones de euros.
El sector que sufre más piratería en nuestro país es el de la música. Así el año pasado se accedieron ilegalmente a 1.723 millones de canciones, con un valor de mercado de más de 6.300 millones de euros y un lucro cesante de 402 millones de euros.
También las retransmisiones de fútbol se ven afectadas por la piratería ya que en 2015 se visualizaron de forma ilegal más de 141 millones de partidos de fútbol, con un lucro cesante de 174 millones de euros.
“Las mujeres jóvenes piratean, sobre todo, libros”
Carlota Navarrete, directora de la Coalición de Creadores, grupo de presión en la industria de la propiedad intelectual, dice que en la piratería hay dos mitos que conviene desmentir.
Primero, que es una actividad que no perjudica a nadie: “Miles de trabajadores han perdido sus empleos”.
Y segundo, que es cosa de hombres: “El perfil mayoritario que accede a libros pirateados es el de una mujer joven, de entre 16 y 24 años. Cada vez son más las piratas”.
Descargas ilegales de éxito
La ficción audiovisual es el mayor objeto de deseo de los internautas mundiales. Hay títulos que tuvieron más de 40 millones de descargas ilegales en 2015, como las películas Interestellar (casi 47 millones), Fast & Furious (casi 45 millones) o Los vengadores (41,5 millones).
Las series más pirateadas: Juego de tronos (14,5 millones en 2015, lleva 4 años a la cabeza de la lista), The Walking Dead (casi 7 millones) y The Big Bang Theory (casi 4,5 millones).
‘Streaming’, la solución
El streaming (reproducción de contenidos sin necesidad de descarga) ha llegado para quedarse. Para muchos, es la gran solución legal contra la piratería cultural, una forma de que los usuarios ‘pasen por el aro’ a un precio módico.
El éxito actual de plataformas como Netflix (películas y series), Spotify (música) o Steam (videojuegos) es la prueba.
Carlota Navarrete cree que "si queremos ser una sociedad mejor, tenemos que tomar conciencia de que es un problema grave y que solo lo podemos resolver exigiendo a los poderes públicos el mismo tesón y diligencia en reducirla, porque sí se puede”.
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