Para explicarlo vamos a poner un ejemplo simple:
Tenemos dos juegos, Juego A y Juego B y consideramos las siguientes normas:
- En el Juego A, pierdes 1€ cada vez que juegas.
- En el Juego B, cuentas cuanto dinero te queda. Si es un número par, ganas 3€. Por lo contrario, si es impar, pierdes 5€.
Digamos que empiezas con 100€ en tu cartera. Si empiezas jugando el en Juego A, sabes que vas a perder todo tu dinero al cabo de 100 rondas. De la misma forma que si juegas al Juego B perderás todo tu dinero igualmente en 100 rondas.
Pero imaginemos que empiezas jugando al Juego B, por tanto pierdes 5€ (te quedan 95€) y despúes juegas al Juego A (te quedan 94€). Si continuaras jugando con la secuencia (BABABABA...) es fácil darse cuenta que te aseguras ganar 2€ cada dos rondas.
Y así, aunque cada juego por separado tiene una proporción perdedora por si solo, como los resultados del Juego B están siendo afectados por los del Juego A, la secuencia en la cual las partidas están siendo jugadas puede afectar con qué frecuencia el Juego B te consigue dinero, y substancialmente el resultado es diferente del caso en el que juegas los dos juegos de forma separada.
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