sábado, 16 de mayo de 2020

Los peligros al volante

Los accidentes de tráfico son una de las mayores causas de muerte de la población en todo el mundo, cada año se registran cifras de muertes demasiado elevadas condicionadas en su gran mayoría por el factor humano. Durante el 2019 se registró una cifra de nada más y nada menos que de 1098 fallecidos un dato que resulta alarmante, pero es un número que se ha ido manteniendo aproximadamente igual en el periodo 2013-2019, estos datos pertenecen al diciembre de cada año por tal de recopilar las defunciones a lo largo del mismo.
No obstante, y según la información proporcionada por el gráfico de arriba podemos decir que los siniestros viales se han reducido considerablemente desde el año 1990, en concreto un 19,14%, dicho año registró un total de 5736 víctimas, una cifra realmente impactante. Esta drástica reducción se debe en buena parte a que la gente está mucho más concienciada que antes, obviamente las precauciones, mentalidad y seguridad al volante no era lo mismo en 1990 que en 2019. Ahora disponemos de leyes más duras y multas que pueden ascender a cantidades muy grandes e incluso en el peor de los casos la pena de cárcel, pero aun así se siguen registrando muchos percances al volante y que como ya hemos comentado anteriormente, están producidos por el factor humano condicionados por el uso del teléfono móvil, consumo de estupefacientes, exceso de velocidad y otras distracciones durante la conducción.

Utilizar el móvil mientras se conduce produce cada año la muerte de 390 personas como media, estas distracciones al volante ocasionan un 20% de los fallecidos en los accidentes de tráfico y casi 8000 accidentes con víctimas. Así pues, el estudio concluyó que unos 13 millones de conductores utiliza el móvil mientras conduce y sus usos son realmente peligrosos para la conducción, desde llamadas telefónicas sin manos libres, configuración del GPS hasta el envío de mensajes de texto, visualización de redes sociales, selfies, videos etc…

En una encuesta realizada a más de 2100 usuarios de todas las edades se llegó a la conclusión de que un 12% confiesa y afirma usar las redes sociales mientras conduce y este porcentaje es incluso mayor en personas con un rango de edad comprendido entre 18 y 24 años que asciende hasta el 17%, siendo estos los más propensos a los accidentes debido a su falta de experiencia al volante. Así mismo un 12% de las personas de esta muestra confiesan que hacen fotos o vídeos de forma frecuente mientras conducen, el uso de las redes sociales es mucho menor situándose en quinto lugar por detrás de la manipulación del móvil para la configuración del GPS con un 25%, mensajes de texto con un 19% y llamadas sin manos libres con un 14% de la muestra. Muchos conductores desconocen la peligrosidad de estas acciones e ignoran lo que está permitido hacer y lo que no, un 38% tolera que el conductor hable por el móvil sin manos libres, un 9% lo acepta como una buena conducta y que no pasa nada y el 6% cree que las cifras de los siniestros viales son inventadas y que no son reales.

Otro perfil y punto de vista de los accidentes viales es el del peatón, ya que también contribuyen al aumento de estos percances debido a que muchos de ellos van despistados por las calles haciendo uso de los teléfonos móviles sin prestar atención al entrono que les rodea. El 76% de los españoles han admitido en esta encuesta que envían o leen mensajes al cruzar las vías de la calle.
Por lo tanto, esto provoca que en vías urbanas e interurbanas también se produzcan accidentes afectando a los conductores, pasajeros y peatones, siendo estos últimos los que salen más mal parados ante un accidente debido a su vulnerabilidad dando como resultado unos datos alarmantes, cabe remarcar que estas víctimas no están únicamente condicionadas por las distracciones ocasionadas por los móviles y otros aparatos, sino que también por otros factores.

Aunque es cierto que en los últimos años también se ha reducido bastante tal y como ha sucedido en el caso de los accidentes de tráfico en las vías de circulación, 2018 finalizó con 1806 personas que fallecieron sólo en vías urbanas e interurbanas, eso sin contar con los accidentes viales de conductores en las carreteras. El mejor periodo fue el comprendido entre 2013-2015 siendo el periodo con menos registros de accidentes en vías urbanas e interurbanas desde el año 1993 con una media de 1686 fallecidos, después, esa cifra volvió a aumentar en el periodo 2016-2018 con una media registrada de 1815 fallecidos.  







Se puede ver cómo obviamente el peatón sufre más en las vías urbanas que en las interurbanas puesto que las vías urbanas son las que mayor número de personas alberga, además de que son el colectivo más vulnerable. Se puede ver como en vías urbanas e interurbanas la proporción de conductores fallecidos es muy similar, sin embargo, la proporción de los peatones se dispara considerablemente cuando nos referimos a vías urbanas. Los datos presentes en los diagramas de sectores a pesar de que estén referidos al año 2016, en la actualidad se siguen manteniendo con más o menos variaciones en según qué sector.

Además, los accidentes son más propensos a producirse en las carreteras convencionales que en el resto de las vías. Esto es bastante lógico ya que las carreteras convencionales no están dotadas de la seguridad y mantenimiento que disponen las autovías o las autopistas las cuales son las vías mas seguras para circular debido a su estado y conservación. Esto se puede ver claramente reflejado en el gráfico de abajo donde el número de muertos en autovías y autopistas es similar y se observa que en los últimos años se están reduciendo e igualando bastante. Pero si nos fijamos en las carreteras convencionales presenciaremos cómo hay un claro aumento en el número de muertos debido a que como ya hemos comentado anteriormente son las menos “seguras” por sus condiciones y estado.
Hemos comentado factores humanos como las distracciones y factores no humanos como las condiciones de las vías. No obstante, nos estamos dejando un punto muy importante, probablemente el que más y se trata del consumo de estupefacientes.

Según los datos recogidos en 2017, el 42,1% de los 651 conductores fallecidos había consumido algún tipo de sustancia estupefaciente (alcohol, drogas, psicofármacos, etc…) El estudio recogió un total de 274 casos positivos en el consumo de estas sustancias, siendo mayor en los hombres que en las mujeres y más predominantemente en las edades jóvenes que en las adultas, en concreto entre los 21 y 64 años. El 66% dio positivo en alcohol siendo esta la droga más consumida con diferencia, en concreto 3 de cada 4 personas en el estudio lo habían consumido, seguido por un 37% de personas que consumieron otro tipo de drogas (Cannabis, cocaína, etc…) y por último con un 26% personas que habían ingerido psicofármacos. A parte del alcohol, dentro del otro tipo de drogas más detectadas encontramos que el cannabis es la más relevante en un 58%, seguida de la cocaína con un 50%.
Según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTC) este estudio no analiza todos los accidentes que han habido. Estos resultados los han sacado gracias a que han recopilado una muestra de la población y afirman que es una muestra suficientemente amplia y representativa con las víctimas mortales, por lo que los datos obtenidos son un reflejo muy próximo y cercano a la realidad.

Aquí tenemos un gráfico que representan el número de condenas por delitos contra la seguridad vial donde se incluyen delitos de todo tipo condicionados en gran mayoría por los factores que hemos comentado anteriormente. Este gráfico recoge las condenas realizadas entre el año 2010 y 2018 y se puede observar cómo 2018 fue uno de los años con más personas condenadas por delitos, en concreto un 34%, aumentando en un 2% con respecto a 2017 con un 32%, aunque el año con más número de condenas dentro de este periodo fue en 2014, con un total aproximado de 93000 personas condenadas.

En general y como hemos podido ver en todos y cada uno de los gráficos expuestos, podemos llegar a la conclusión de que los accidentes viales se están reduciendo poco a poco ya que la población a día de hoy está mucho más concienciada que antes sobre los peligros de la circulación. No solo eso, sino que también la ley se está endureciendo cada vez más, con lo que se están tomando medidas mucho más estrictas para hacer de la carretera un lugar mucho más seguro y disfrutable.



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