sábado, 30 de mayo de 2020

Energies renovables a Espanya

M'interesava saber com han anat evolucionant les energies renovables, ara que amb el tema de la crisi climàtica s'estan convertint en tan essencials i he trovat unes dades de 2018 d'Espanya en una web d'una asociació d'empreses de Energies renovables que s'anomena APPA.
Consum d'energia primària en Espanya en 2018

Balanç d'energia elèctrica nacional 2018

Com podem apreciar, les energies renovables ocupen el tercer puesto en el rang de fonts d'energia primària amb un 13,9% i que d'entre elles les més demandades són l'eòlica (18,2%) i la hidràulica (13,3%).

La gràfica següent ens ajuda a vore com ha canviat la demanda de cadascuna d'aquestes:
Consum d'energia primària en Espanya (2011-2018)


 Podem dir que el petroli té una tendència creixent-estable, així com el gas natural. Veiem un major canvi en la tendència de les energíes renovables (pasa d'un 12,2% a un 13,9% de 2017 a 2018), que pot ser podríem atribuir al decrement de la demanda de carbó i energia nuclear.
També podríem fer la hipòtesi de que algo va passar arran 2011-2013, ja que veiem que algunes demandes es veuen dismimuïdes o incrementades de colp. En el cas del petroli, hi ha un decrement del 44,9% en 2011 al 41,6% en 2012, que després es recupera un poc en 2013 i tendeix a estabilitzar-se més.  En el cas de les energies renovables veiem que es dona un increment en el seu ús, pot ser una aposta inicial per les energies renovables, ja que es veu com comença a creixer la demanda en 2012, pasant de 11,6% a 12,4% i continua creixemnt en els anys següents. Finalment, el carbó també es veu afectat pel posible fenòmen del que estem parlant; veiem con en 2012 incrementa bruscament (d'un 9,6% a un 11,9%) però que a l'any següent decreix fins a tindre una demanda encara pitjor de la que partia en 2011, quedant-se en 2013 amb un 8,7% de demanda.

Finalment, si decidim buscar informació externa a les gràfiques ens trovem amb que Espanya durant els primers anys del segle XX va fer un esforç en introudir les energies netes, aconseguint arrivar al 35% en 2010. Encara així hauríem de cercar més informació per a parlar d'una manera més fidel i precisa. Hauríem de vore com es relacionen el consum de petroli, el carbó i les energies renovables (si unes subsituyeixen a les altres o són complementaries), vore quina s'utilitza en quins àmbits i prous factors més que hauríem de decidir.

Com sabem Espanya és un país amb una important dependència en fonts energètiques de l'exterior. Si la comparem amb la resta de l'Unió Europea (gràfic de baix) veiem com no ha sigut tan estable en el temps i que a més ha oscil.lat entre valors molt més alts (entre valor de 70,2%-76,2%, a diferència dels 53,3%-55,1% dels de l'UE). Tornem a vore ells valors més baixos de dependència a Espanya en els anys 2012-2013.
Dependència energètica d'Espanya i UE28

Si ens fixem en la evolució de la demanda (figura de baix) comprovem com en 2013 és quan més demanda hi ha i com es reflexa en el gràfic de dalt; a més demanda d'energies renovables, menys dependència energètica nacional hi ha.

Evolució de la demanda nacional en barres de central i percentatge de renovables de 2011-2018
Per resumir, podem concluir amb que efectivament hi ha hagut un xicotet increment en la utilització d'energies renovables però que cal un moltísim més gran donades les circumstàncies climàtiques actuals.

Fonts: https://www.appa.es/energias-renovables/renovables-en-espana/
https://www.appa.es/energias-renovables/renovables-y-sector-electrico/

Planeta Asesino

Las catástrofes naturales más devastadoras desde 1980

El huracán Matthew que azoto la costa del Caribe con centenares de fallecidos en el 2016, especialmente en Haití con abrumadores daños en infraestructura, dejó más de 572 víctimas mortales. Los desastres naturales han dejado una herida muy profunda en diferentes partes del mundo desde 1980. A continuación se observa el infograma de las más graves de todas.

Infografía: Las catástrofes naturales más terribles | Statista

Tailandia

Es innegable que los desastres más inexorables y mortíferos serían los tsunamis causados por un terremoto. Ya un terremoto es muy poco alentador para encima sumarle un tsunami, sobretodo en una región tan cerca del nivel del mar como es Tailandia. Esta desoladora expresión de la naturaleza se cobro la vida de 220.000 personas, de las cuales muchas de ellas nunca se supo el paradero de su cuerpo y no se les pudieron enterrar. Siendo también uno de los destinos turísticos por excelencia por sus playas y buen clima, el tsunami de Tailandia del 2004 además de cobrarse muchísimas vidas humanas, causo un daño estructural y económico del cual aún se están recuperando. La película española 'Lo imposible' de Juan Antonio Bayona trató en 2012 de plasmar este desastre en la gran pantalla, pero jamás dará una idea si quiera aproximada de lo terrible que fue este suceso.


Animación ilustrando la propagación de los tsunamis a través del océano Índico

Haití

A continuación se encuentra Haití, una de los países del Caribe más pobres de America del Norte, todavía se esta recuperando del terrible terremoto que sufrió el pasado 2010, se cobró la vida de 159.000 personas y fue por desgracia lo que puso en el mapa a esta pequeña isla. La magnitud era tal y estaban tan poco preparados para ello (debido a la falta de recursos) que por poco la isla se parte en dos. A pesar de su reducido tamaño (27,750 km²) tiene una enorme población de 11,12 millones, por ello no es de extrañar que se cobrara tantas vidas (además de por la magnitud del terremoto de 7 en la escala de Richter). Este desastre será recordado como uno de los peores de la historia de la humanidad.

Birmania y Bangladesh

Los siguientes más mortales fueron los ciclones de Birmania (2008) y Bangladesh (1991), los cuales se cobraron la vida de 140.000 y 139.000 personas respectivamente. El el caso de Birmania el ciclón tropical Nagris tocó sus costas, generando una ola gigante que penetró hasta 35 kilómetros en tierra firme, convirtiéndose así en el primer ciclón que llegó a este país desde Mala en 2006. 
En Bangladesh, la tormenta llamada Bob golpeó el Chittagong (distrito sureste del país) y causó una marejada de 6 metros hacia el interior de una zona amplia. Además de las muertes, causó un total de 1.7 millones (1991 USD) y dejo a 10 millones de personas sin hogar.
File:1991 Bangladesh cyclone track.png






Pakistán y China

De nuevo nos encontramos con otros dos terremotos, uno en Pakistán en el 2005 que tuvo lugar en la región de Cachemira (norte de Pakistán) con una magnitud en la escala de Richter de 7,7 que además de las víctimas mortales dejó sin hogar a un mínimo de 3 millones de personas. El otro fue en China, en la provincia de Sichuan (centro del país) que fue de magnitud 8 y fue el seísmo mas desastroso en la historia de China desde el de Tangshan en 1976, que se cobró la vida de unas 250.000 personas. 

2005 Pakistan earthquake.png

Centro, sur de Europa y Rusia

El verano boreal de 2003 fue una ola de calor en Europa cuya duración e intensidad superaron los valores alcanzados en otras olas en el s. XIX y XX. Conllevo a graves consecuencias además de la población: en los ecosistemas, en la infraestructura e incluso en Fracia donde más cambió la  temperatura tuvo lugar una importante crisis política. Por parte de Rusia, la ola de calor causó un aumento de los incendios que quemó 832,000 hectáreas y la sequía en la región. Se cobró la vida de miles de personas y derivó en un coste de 15 mil millones de dólares en daños y prejuicios.

Conclusión 

Queda bastante claro cual de los desastres naturales es más mortal. Antes de afirmar nada debemos tener en cuenta que un tsunami es provocado por un terremoto y están directamente relacionados. Sin embargo, es la magnitud del primero lo que determina la cantidad de muertos, además que hay que tener en cuenta la población, extensión, situación geografica, magnitud, tipo de terreno y preparación o recursos que un país tiene para afrontar este desastre. Por ejemplo, en Japón tienen de las mejores infraestructuras en cuanto a resistencias ante un terremoto. 

Fuentes

Diagrama de barras: Las catástrofes naturales más terribles de Guadalupe Moreno, Statista.
Imágenes e información detallada: https://www.wikipedia.org/.

Leer más que subtítulos

¿Leemos más que el reverso de los cereales?



¿Qué fue de los inmortales cómics, de las novelas de terror de Stephen King o del testarudo Quijote de Miguel de Cervantes? Hoy en día vivimos en un inmenso arrecife de información de todo tipo al alcance de un toque de nuestro dedo con nuestros dispositivos móviles. Sin embargo, ¿a dónde nos ha conducido esto? ¿Hemos intentado ampliar de tal medida nuestra ansia de conocimiento que hemos dejado atrás quizá una de las más importantes e implacables formas de obtenerlo?

Sin embargo, no todo es tan ominoso. En España cada vez se lee más. Por ejemplo, el porcentaje de lectores de libros en España mayores de 14 años se sitúa en el 65,8% de la población. Así lo recoge el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2017 elaborado por la Federación de Gremios y Editores de España (FGEE). Aunque continuemos por debajo de la media europea, la distancia al 70% medio se ha visto muy reducida.

En cuanto a la tipología del lector, los resultados plasman variaciones importantes en torno al sexo, edad o nivel educativo. Las mujeres leen más que los hombres (destacando significativamente en edades comprendidas entre los 35 y 55 años), en cuanto a revistas y redes sociales, mientras que ellos sobresalen en la lectura de periódicos, webs y foros.
Por edad, la lectura cae a partir de los 55 años en todos los medios (excepto la de las revistas). Un 80% de los jóvenes de entre 10 y 14 años se declaran lectores frecuentes. Sin embargo, hay una relación directa entre el ratio de lectores y el nivel de estudio.

Pero, ¿qué motivo empuja al lector a leer? La lectura como pasatiempo también crece respecto a años anteriores y número de lectores que leen en su tiempo libre alcanza un interesante 58,8%. Desafortunadamente, solo el 40,3% nunca lee como ocio. En vez de preguntamos que le motiva al lector, nos preguntaremos ¿qué no le permite leer con mayor frecuencia?

Entre las principales causas para no leer, la falta de tiempo es la aplastante triunfadora con un 47,7%, destacando especialmente los lectores entre los 35 y 44 años. En segundo lugar, se encuentra la ausencia de interés o placer por la lectura con un 35,1% del total, donde destaca las edades entre 25 y 35 años.

Pero no dejaremos de lado a la gente que sí que disfrutan de un buen libro en su tiempo libre. En este caso, la tendencia aumenta vertiginosamente a medida que crece el nivel educativo, aunque se observan diferencias en cuanto a su ocupación.

cómo es el lector español

El 80,7% de los universitarios se declara lector, cifra que lamentablemente desciende respecto a años anteriores. En cuanto a la población con estudios primarios, el porcentaje de aficionados sí que se incrementa en los últimos 8 años, alcanzando el 37,6%.
En cuanto a ocupación, destaca mucho el incremento que la lectura como afición se está dando en segmentos de la población que anteriormente se encontraba en los niveles más bajos, como eran las amas de casa, los jubilados y parados. A esto cabe destacar que los que si que tienen una ocupación, el porcentaje estaba aumentando pero ha disminuido ligeramente en el 2017.

El papel sigue manteniendo su predominio en el mercado literario, siendo el formato escogido en el 86,3% de los casos, respecto al 13,7% del digital. Son datos alentadores, pero no hay que bajar la guardia. En lo que respecta a la lectura lo que de verdad escasea es la importancia y atención que si que tienen otras formas de entretenimiento más rentables, como las superproducciones de cine y los videojuegos digitales. ¿Cómo pretender ser lectores habituales si desde infantes se nos bombardea con ocio vacuo y rechazo por la lectura? Esto no es escusa para el bajo consumo de lectura. Sin embargo, debería ser motivo de debate.

Fuentes principales

Business Insider: artículo redactado por Cristina Fernández Esteban.
Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2017: informe elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).